¿Sabías que el Estado puede declarar la zona donde vives de utilidad pública e interés social y expropiar tu terreno? Sin una escritura pública de compraventa que te acredite como propietario, podrías perder tu predio o recibir una compensación mucho menor de lo que realmente vale.
El Artículo 58 de la Constitución Política protege la propiedad privada, asegurando que esta no puede ser ignorada o vulnerada. Sin embargo, permite también la expropiación por motivos de utilidad pública o interés social, ya sea administrativa o judicial, siempre que se realice con una indemnización previa.
La expropiación, cuando se utiliza correctamente, es una herramienta valiosa para el desarrollo y el bienestar social. Permite al Estado llevar a cabo proyectos de infraestructura, mejorar servicios públicos y promover el crecimiento urbano, beneficiando a la comunidad en general.
Lo preocupante es que la expropiación recae muchas veces sobre predios informales, que no han sido legalizados ni tienen escrituras públicas. Los que sí cuentan con el documento legal a menudo están en falsa tradición, es decir, no son propietarios, solo poseedores del predio. Sin la debida formalización, estos predios están en una posición vulnerable y pueden enfrentarse a indemnizaciones injustas.
Renunciar a un predio adquirido con tanto esfuerzo y dedicación es, de por sí, una experiencia dolorosa. Sin embargo, la situación se agrava cuando la indemnización que recibes por tu terreno es significativamente menor al valor real, simplemente porque no cuentas con las escrituras públicas de propiedad que te respalden.
Nunca sabemos cuándo nos tocará enfrentar una situación como esta. Aunque la expropiación es una excepción, puede ser intensificada por el gobierno de turno y sus intenciones políticas.
Por eso, es crucial tener la escritura de propiedad para proteger nuestros intereses y evitar que nos veamos en la misma situación que muchos, quienes sin una adecuada formalización se encontraron desprotegidos y con una indemnización injusta.
