El pasado 20 de octubre de 2024 publiqué un video en TikTok titulado ‘Pertenencia Vs. Demanda Reivindicatoria‘, el cual se volvió viral. En él enfatizaba la importancia de acreditar judicialmente los cinco o diez años de posesión para prescribir un predio, como defensa ante una demanda reivindicatoria.
Sin embargo, hubo numerosas críticas acusando de robo a quienes poseen el inmueble con ánimo de señor y dueño para prescribirlo. Estas críticas generaron en mí una inquietud: ¿de quién es la propiedad en Colombia para quienes no son abogados? Para muchos, la posesión y la prescripción adquisitiva se perciben como un robo al propietario registrado en el Folio de Matrícula Inmobiliaria -FMI.
Es importante aclarar que, en Colombia, la propiedad, como regla general, pertenece a quienes han adquirido el dominio y están inscritos en el FMI. Sin embargo, también se reconoce a quienes ejercen la posesión con ánimo de señor y dueño sobre el predio, por tal motivo existe un proceso de prescripción adquisitiva para tener un título de propiedad.
En los estrados judiciales, frecuentemente se enfrentan quienes han poseído un predio por más de cinco o diez años, buscando prescribirlo para obtener un título de propiedad, contra el propietario inscrito en el FMI que solicita la restitución del inmueble. En estos casos, el juez debe ponderar ambos derechos y, en muchas ocasiones, favorece a quien ha ejercido la posesión continua del inmueble.
Este fenómeno invita a reflexionar sobre los derechos de propiedad en nuestro país. Aunque la Ley establece criterios claros, la práctica judicial demuestra que la posesión puede otorgar derechos que superan la titularidad formal, lo que nos lleva a cuestionar cómo entendemos y protegemos la propiedad en Colombia.
No olvidemos que los propietarios deben ejercer materialmente su derecho sobre el predio, porque la propiedad no es solo un papel, sino una realidad física. Si no se actúa como señor y dueño, se corre el riesgo de perder lo que legítimamente se ha adquirido.
Cuidar y controlar el inmueble es esencial para proteger los derechos de propiedad.