En mi columna anterior te hablé sobre el proceso policivo como una solución rápida para combatir invasiones ilegales. Sin embargo, este tiene sus limitaciones y es más preventivo que judicial.
Si bien el proceso policivo te permite actuar de inmediato y frenar a los ocupantes ilegales, no ofrece una solución duradera. Por eso, es esencial acudir ante un juez de la República y presentar una acción posesoria.
La acción posesoria te permite recuperar el control de tu inmueble de manera definitiva. Esta herramienta no solo te brinda una protección jurídica sólida, sino que también impone, bajo sentencia, la obligación a los municipios, Alcaldías Locales e inspectores de Policía de restituir el predio a tu favor.
Pero, para poder ejercerla, es esencial que hayas mantenido una posesión tranquila y continua durante al menos 12 meses.
Ten en cuenta que hay un plazo de prescripción de un año para interponer esta acción, contado desde el día de la invasión. Si no actúas dentro de este tiempo, pierdes la oportunidad de acudir a un juez para recuperar tu posesión.
Es crucial saber distinguir el derecho que tienes sobre el predio para poder ser titular de la acción correspondiente. Solo el poseedor (la persona que ocupa el inmueble sin contar con una escritura pública que lo acredite, o que, incluso teniendo una, no adquirió el dominio -propiedad-, sino otro derecho, como la posesión) puede ejercer esta acción.
Si acudes al juez como propietario (es decir, si cuentas con una escritura pública registrada que te acredita como titular del dominio), es probable que la restitución del inmueble te sea negada. En este caso, deberás optar por ejercer la acción reivindicatoria o de dominio. Este es un aspecto crucial que abordaré en mi próxima columna de opinión.
Actuar rápidamente es clave para proteger tu propiedad y evitar que se extingan tus derechos de recuperarla. Cada paso que tomes no solo resguarda tu inmueble, sino que también establece un precedente que puede ser crucial para futuras indemnizaciones por parte del Estado.
